Ritornello
Sé que en mi estación, la rosa
ya no sucederá.
Saberlo es
saber la oscuridad.
Quedarse a solas con la ausencia
y modelarla a ciegas hasta darle
esta forma de río desbordante.
Es nacer el silencio desde uno
y pulirlo tenazmente hasta arrancarle
de una arista quemante
su perfecta luz.
Es morir.
Y edificarse.
Es grabar con un buril constante
en la memoria – ese metal
de hondas resonancias–
las profundas vivencias
que atesoran la marcha.
Por ese sendero regreso
hacia adentro.
En el umbral de mi otoño
miro mi paisaje.
Estoy de pie aún
y me concedo esta verdad
aunque saberlo sea
saber la oscuridad.
Sé que en mi estación, la rosa
ya no sucederá...
Ya te leo.
ResponderEliminar