viernes, 5 de julio de 2013

Qué feliz...




Qué feliz...

...debe ser sentirse así, reconocida por una mirada que nos mira. 

Danzar en un sueño, en alas sabedoras de lo etéreo.
En algún lugar estás, cuando soñé lo supe...
Ven a buscarme en el giro del insomnio, revélame el color índigo 
como debió ser desde el principio de los siglos.

Encuéntrame luego en la luz del día, por sobre las miserias de la vida.

¿Escuchas como yo los pájaros de la mañana? Se llaman, 
se responden, mezclan su canto junto al otro silbo; el del tren 
que va quién sabe adónde. Siempre sigue. Sin regreso. Trae ausencias.
¡Basta ya de grises en jirones de cemento! 
Búscame aunque sea en el insomnio... y llévame por campo abierto,
detengamos el tren... dame la mano y hazme saber qué feliz

debe ser sentirse así, reconocida por esa mirada que nos mira.

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