Quiero sacudir las sombras que caminan mi sangre.
Deshabitarme.
Comenzar en Octubre, nacida de su cauce.
Hacer y deshacer
toboganes de luz que permitan la difícil causa;
recuperarme.
Ignorar llaves, anular horarios, inventar esquinas
descubrir puertos, nombrar mañanas...
Devenir un tiempo donde
el pardo mantel de la tierra
me ofrezca su verde vertical y fragante.
Quitarme el ropaje de mi antiguo nombre
y llamarme Octubre.
Un día, una hora, un frágil instante.
El tiempo que dure tu mano en mi talle...
Así,
poder recordarme.
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