Es un día rotundamente gris, pero bajo un paraguas de colores
nos resguardamos mi ángel y yo; y algunas gotas escapadas de la lluvia.
nos resguardamos mi ángel y yo; y algunas gotas escapadas de la lluvia.
Las calles se mueren de esperas porque llueve.
Sólo autos presurosos, y pocos que caminen con un ángel
bajo un paraguas de colores, oyéndole decir a cada paso:
bajo un paraguas de colores, oyéndole decir a cada paso:
"... que lo difícil no te nuble la mirada, que veas más allá de los tropiezos;
que el todo o la nada son dos medidas tuyas
que pueden valorarse de otro modo"...
que el todo o la nada son dos medidas tuyas
que pueden valorarse de otro modo"...
Es abril. Hubo tormenta –dentro y fuera–
Llueve. Sedosamente llueve.
Y es tan obstinado y persistente mi ángel
caminando al ritmo de mis pasos, que su voz de cántaro
convence...
Y celebro abril.
Y celebro la vida con sus trece.
Y celebro este pueblo cuando llueve,
y puedo caminar con un ángel al costado
que con dulzura me muestre
la otra cara posible de las cosas...