
El duraznero
Dulcemente asombrado el paso se detiene
ante el milagro prematuro de tus flores erradas,
un calor equivocado despertó tu savia
y te diste así, en frescura rosada
resbalando tus ramas...
Floreciste en agosto sin saber que falta
todavía un momento de absurdo calendario
para ser poesía natural. Y cantas
como yo, a destiempo, tu nota liberada.
¿Sabes?, nos aguarda el precio.
En la fe de erratas seremos mañana
el perdido acento de aquella palabra
que se dijo antes, cuando aún dormían
fibras,
sangre,
raíz,
y alma.
Aún no lo sabes.
Por eso te asomas sobre el cerco.
Y cantas...
No hay comentarios:
Publicar un comentario