Si me preguntan qué es para mí el escribir, justamente diría : un alumbramiento. Porque sabe a luz. Porque sabe a parto. Porque es vida.Y uno tiende a creer que es una manera de no morir del todo, un intento de quedarse en lugares amados y en seres queridos. Y en los amigos que vayan llegando... los espero. Miryam
sábado, 30 de julio de 2011
Van a crecerme alas
Van a crecerme alas. Lo sé.
Las siento nacer dentro de mí.
Un suave escozor prepara ya en mi piel
el impulso del vuelo.
¡Ventura del espacio entero!...
no será necesario ir lejos
bastará que tus ojos un día
me inauguren el cielo.
BREVES VUELOS...
Mi mano pasa sobre la herida blanca del papel,
la acaricia y escucha: -te doy mi silencio, haz tú de él
tu barca, tu puerto, tu grito, tu viaje y tu regreso...
--------------------------------------------------------
Puse a dormir mis sueños... Y olvidaron despertar.
------------------------------------------------------------------------------
Se puede vivir un día a plena noche y una noche
a pleno sol.
------------------------------------------------------------------
Hay un gesto en la tarde, en su forma de irse
que me recuerda tu andar cuando también te vas...
-------------------------------------------------------------------
Al atardecer, el día se muere de luz. El poniente lo recibe
para devolverlo con un nombre nuevo: mañana.
---------------------------------------------------
Cuando amé, le dije al Amor mi frase mejor:
cambiaste la estructura de mi forma oscura...
----------------------------------------------------------
Cuando me miras, dibujas mi perfil. De tal manera
que siento la impresión de no ser, todavía
mujer entera.
Se abrió paso la vida
Se abrió paso la vida
Desde un patio gritón de malvones
atravesado por soles inocentes
hasta formar esta trama de ocasos
que conjugan el presente,
se abrió paso la vida.
Aquí, donde las huellas pesan
y a menudo los dioses no llegan
a recordarnos
por estar tan lejos!
Mi infancia exime de culpas
las mariposas muertas que aún
alcanzan a rozarme con total pureza.
Con ellas...dejarme ir con ellas
por la eventual libertad de las poemas
que completan el ritual de mi mandala.
Mientras el capullo del verso brotaba
se abrió paso la vida...
y mudó el orden de lo ileso.
Ella nos trae consigo
-como un sol que amanece-, luego
vemos su luz
bajando sobre las paredes.
Implacable.
(Me niego a caer en la Sombra profunda.
Voy a salvarme. Allanaré la oscuridad
con la piadosa luz que encuentro
en la constante residencia del verso).
miryamseia@cablenet.com.ar
Pequeña niña-espejo
Pequeña niña-espejo
Te recuerdo y te pido que no sientas nostalgias, no estás sola,
sigue presente tu tristeza de niña solitaria, creo que estaba antes de
ti... y te adopté. Compartíamos las puestas de sol y comparábamos
los colores del ocaso como un aguamarina donde sumergir las
pupilas de la tarde.
Esa tristeza tuya inevitable también era sosegada y protectora...Tu
refugio donde esconder la fragilidad, las mensuras inexplicables...
Me acompaña todavía como una segunda piel que ampara el bosque
de mis venas. ¡Ah,... quisiera empezar a desprenderla... por los bordes,
estirarla, plegarla con cuidado infinito... ponerla sobre mi corazón
como pergamino sagrado en donde escribir mis verdades.
Si la aparto, si lo lograra, sabríamos las dos
cuál puede respirar primero.
Cuál es imagen...
Cuál espejo.
miryamseia@cablenet.com.ar
Te recuerdo y te pido que no sientas nostalgias, no estás sola,
sigue presente tu tristeza de niña solitaria, creo que estaba antes de
ti... y te adopté. Compartíamos las puestas de sol y comparábamos
los colores del ocaso como un aguamarina donde sumergir las
pupilas de la tarde.
Esa tristeza tuya inevitable también era sosegada y protectora...Tu
refugio donde esconder la fragilidad, las mensuras inexplicables...
Me acompaña todavía como una segunda piel que ampara el bosque
de mis venas. ¡Ah,... quisiera empezar a desprenderla... por los bordes,
estirarla, plegarla con cuidado infinito... ponerla sobre mi corazón
como pergamino sagrado en donde escribir mis verdades.
Si la aparto, si lo lograra, sabríamos las dos
cuál puede respirar primero.
Cuál es imagen...
Cuál espejo.
miryamseia@cablenet.com.ar
jueves, 28 de julio de 2011
Cuando callo
Dibujo de Mirta Larcher
Cuando callo
Hay momentos en que
mi boca se cierra, castigada
por silencios.
Es cuando en mis ojos duelen
las palabras. Callo
pero grito en la mirada
Tú —mejor que nadie—
lo comprendes. Y mudas
con ternura indescifrable
el orden alterado
de la pena que socava.
Me devuelves el habla,
Le das serenidad
a mi mirada.
Y fluyo como un río de montaña
con las aguas desheladas...
AZUL
Duele la noche de tan hermosa.
El habitual reloj marca una hora
que no creo.
No pueden ser las veinte, en junio
con un cielo así de claro.
Como un líquido frío
que rompe las compuertas
para volcar en mi patio
la noche entera
distintamente azul.
El milagro está allí
para verlo, sentirlo,
incorporarlo...
Solemos no darnos cuenta
y negarnos los milagros.
Hoy ocurre.
De noche,
y es azul...
Sigilo
Voy a atrapar el silencio
de esta noche sin ecos. Solamente
míos los umbrales de humo.
El frescor de las sombras sin dueño
me invita; su sabor ignorado
calma toda la sed. Suavemente
la gusto en su cáliz de ojiva.
Nada turba el andar demorado
de vigilia en sigilo.
Armo un lazo y lo tiendo. Dueña
ya de las calles desiertas, del viejo
campanario que duerme cansado.
Nada existe despierto.
Dueña soy del silencio;
si algo resiste,
le miento.
Cuando callo
Hay momentos en que
mi boca se cierra, castigada
por silencios.
Es cuando en mis ojos duelen
las palabras. Callo
pero grito en la mirada
Tú —mejor que nadie—
lo comprendes. Y mudas
con ternura indescifrable
el orden alterado
de la pena que socava.
Me devuelves el habla,
Le das serenidad
a mi mirada.
Y fluyo como un río de montaña
con las aguas desheladas...
AZUL
Duele la noche de tan hermosa.
El habitual reloj marca una hora
que no creo.
No pueden ser las veinte, en junio
con un cielo así de claro.
Como un líquido frío
que rompe las compuertas
para volcar en mi patio
la noche entera
distintamente azul.
El milagro está allí
para verlo, sentirlo,
incorporarlo...
Solemos no darnos cuenta
y negarnos los milagros.
Hoy ocurre.
De noche,
y es azul...
Sigilo
Voy a atrapar el silencio
de esta noche sin ecos. Solamente
míos los umbrales de humo.
El frescor de las sombras sin dueño
me invita; su sabor ignorado
calma toda la sed. Suavemente
la gusto en su cáliz de ojiva.
Nada turba el andar demorado
de vigilia en sigilo.
Armo un lazo y lo tiendo. Dueña
ya de las calles desiertas, del viejo
campanario que duerme cansado.
Nada existe despierto.
Dueña soy del silencio;
si algo resiste,
le miento.
El agua - de mi libro Tiempo Alfarero
El agua...
Llueve casi con timidez.
Cierro la puerta a otros ruidos
para oír sólo el sonido del agua.
La canción de cuna más antigua
que adormeció la tierra,
el eterno tema
que lava el alma hasta dejarla
despojada.
Me arraigo a este paisaje
como un árbol sediento
y permito que ella camine
por mis sentimientos
en todas direcciones.
Y consiento
que intente hallar los límites.
Yo
no los encuentro.
miércoles, 27 de julio de 2011
Eucaliptus centenarios custodian la calle que comienza: Rivadavia
Foto: Carmen Riera de Dall'Aglio
Foto: Carmen Riera de Dall'Aglio
CUSTODIOS
Es una pequeña vida el crepúsculo.
Atemporal la luz,
va desgajándose
sobre el banco que espera.
Hace de la ausencia
un fugaz personaje de quimera.
Y nosotros aquí;
dos antiguos centinelas
desde un tiempo que no cuenta...
Custodios de la historia, aireando
imágenes de este pueblo que crece,
se extiende, se remonta.
Estamos aquí, guardamos
esta calle que comienza.
Verde-gris las hojas y un lenguaje
de aromas y susurros. Raíces
amándose bajo la tierra.
Memoria vegetal somos.
Madera de recuerdos.
Custodios del paso de la vida
y a pesar de ella,
resistiendo.
Es una pequeña vida el crepúsculo.
Atemporal la luz,
va desgajándose
sobre el banco que espera.
Hace de la ausencia
un fugaz personaje de quimera.
Y nosotros aquí;
dos antiguos centinelas
desde un tiempo que no cuenta...
Custodios de la historia, aireando
imágenes de este pueblo que crece,
se extiende, se remonta.
Estamos aquí, guardamos
esta calle que comienza.
Verde-gris las hojas y un lenguaje
de aromas y susurros. Raíces
amándose bajo la tierra.
Memoria vegetal somos.
Madera de recuerdos.
Custodios del paso de la vida
y a pesar de ella,
resistiendo.
viernes, 22 de julio de 2011
Sinfonía metálica
Puente Victoria une Rosario-(S.Fe)
con Victoria-Entre Ríos
Foto: Carmen Riera de Dall'Aglio
Sinfonía metálica
Huesos de hierro punzan
hiriendo, la conjetura celeste
.
Sólido y fabuloso,
que sostiene el pasar
y lo fugaz de los sueños.
Sinfonía metálica tendida
sobre el agua,
estructura de brazos abiertos
que acerca realidades en suspenso.
Huesos de hierro que respiran
el aliento incesante de los días
con austero porte. Erguido,
de cara al tiempo,
ausente de sentidos
para lograr sobrevivirlo.
Testigo impávido de toda travesía,
epidermis resistente y fría...
Oblicuo espinazo del abismo.
miryamseia@cablenet.com.ar
con Victoria-Entre Ríos
Foto: Carmen Riera de Dall'Aglio
Sinfonía metálica
Huesos de hierro punzan
hiriendo, la conjetura celeste
.
Sólido y fabuloso,
casi animal mitológico el puente.
Alegoría concreta de los hombresque sostiene el pasar
y lo fugaz de los sueños.
Sinfonía metálica tendida
sobre el agua,
estructura de brazos abiertos
que acerca realidades en suspenso.
Huesos de hierro que respiran
el aliento incesante de los días
con austero porte. Erguido,
de cara al tiempo,
ausente de sentidos
para lograr sobrevivirlo.
Testigo impávido de toda travesía,
epidermis resistente y fría...
Oblicuo espinazo del abismo.
miryamseia@cablenet.com.ar
Alguien nos sueña....
ALGUIEN NOS SUEÑA
No sabemos si vivimos la realidad
como si fuera un sueño,
o de algún modo somos la madera
que alimenta el fuego
de Alguien que nos sueña
...y que nos espera.
Dibujo de Aurora Schmidt
INTIMO
Cierra la ventana.
Hace frío. No dejes que escape el calor
de los leños encendidos, ni el murmullo
de nuestras voces que más parece
un aletear cautivo.
Hablemos de cosas sinceras y profundas,
las mutaciones del amor,
el crecer de los hijos...
los posibles cambios que pueden
torcer los rumbos, afuera
de este cuarto y nuestras vidas.
Los hombres suelen repetir la Historia,
así los ha de encontrar la Parusía.
Yo quisiera que a nosotros nos sorprenda
hablando simplemente, con las manos extendidas
hacia el calor del fuego. En los ojos
las llamas repetidas.
Cierra la ventana.
A través de los cristales, lo mismo
entrará la vida.
RAPSODIA
Si uno pudiera irse así,
mansamente,
cuando la luz se pone de rodillas
hacia el oeste.
Sin preguntar
si algo queda de nosotros,
en otros.
Sin desear
un profundo abrazo que abrevie
el desamparo de andar por el poema.
Sin cuestionar
nuestras pequeñas historias
"da capo al fine".
Irse así,
simple,
como caen las hojas en abril,
con un epílogo de arcilla
que modela un tiempo concluido.
Y en un acorde final que nos olvide
- sin ayer y sin mañana -
ser un alma disponible.
Sumergirse en el asombro inicial.
Ser una melodía sin final...
mansamente,
cuando la luz se pone de rodillas
hacia el oeste.
Sin preguntar
si algo queda de nosotros,
en otros.
Sin desear
un profundo abrazo que abrevie
el desamparo de andar por el poema.
Sin cuestionar
nuestras pequeñas historias
"da capo al fine".
Irse así,
simple,
como caen las hojas en abril,
con un epílogo de arcilla
que modela un tiempo concluido.
Y en un acorde final que nos olvide
- sin ayer y sin mañana -
ser un alma disponible.
Sumergirse en el asombro inicial.
Ser una melodía sin final...
domingo, 17 de julio de 2011
Pude ser
Ilustró: Mirta E. Larcher
PUDE SER
Pude ser piedra. O árbol.
O el sueño de un hombre.
Apenas quimera...
Lacia melena de un río
con su vida interior y sus destinos.
Pude ser pájaro. O nido.
Pero a esta forma mía, definida
le dicen mujer...
Mi extraña y simple forma de no ser
más que un hondo asombro
ante el constante milagro de la vida.
Cuando destejas...
Cuando destejas mi vida
entre tus manos
encontrarás
algunos pequeños logros de esperanzas
y un motín de rebeldías sublevadas...
Sé indulgente.
No recuerdo todas
las causas de mi empeño,
pero voy a luchar
desde mi insomnio
con decidido gesto hasta
saber la trama
que para mí urdiste.
Tú,
enhébrame a tu alma.
PUDE SER
Pude ser piedra. O árbol.
O el sueño de un hombre.
Apenas quimera...
Lacia melena de un río
con su vida interior y sus destinos.
Pude ser pájaro. O nido.
Pero a esta forma mía, definida
le dicen mujer...
Mi extraña y simple forma de no ser
más que un hondo asombro
ante el constante milagro de la vida.
Cuando destejas...
Cuando destejas mi vida
entre tus manos
encontrarás
algunos pequeños logros de esperanzas
y un motín de rebeldías sublevadas...
Sé indulgente.
No recuerdo todas
las causas de mi empeño,
pero voy a luchar
desde mi insomnio
con decidido gesto hasta
saber la trama
que para mí urdiste.
Tú,
enhébrame a tu alma.
viernes, 15 de julio de 2011
Julio procede...
En este frío día de julio he visto la ciudad más quieta y gris, las paredes escritas mostraban -irónicamente- una tristeza muda. Tal vez haya sido una cláusula de mi ánimo...
Un velo de nubes grises extendido como pinceladas derramadas en el cielo, da la sensación de que este invierno vino dispuesto a quedarse.
Tal vez julio se ha enamorado de mi pueblo y haya decidido intervenir en sus colores dándole a la tarde tonos de cobre, y al ocaso, un púrpura intenso - me recuerda al color de las granadas que supe cortar en la infancia...-
Julio procede y con un soplo helado desalienta a los árboles que dejan caer sus hojas mostrando una calvicie total.
El sol, incrédulo de su menguado poder, va juntando soledades para deshelar.
Dan muchas ganas de estrenar un nuevo mes, una nueva luz, alguna nueva ilusión...
En este frío día de julio he visto la ciudad más quieta y gris, las paredes escritas mostraban -irónicamente- una tristeza muda. Tal vez haya sido una cláusula de mi ánimo...
Un velo de nubes grises extendido como pinceladas derramadas en el cielo, da la sensación de que este invierno vino dispuesto a quedarse.
Tal vez julio se ha enamorado de mi pueblo y haya decidido intervenir en sus colores dándole a la tarde tonos de cobre, y al ocaso, un púrpura intenso - me recuerda al color de las granadas que supe cortar en la infancia...-
Julio procede y con un soplo helado desalienta a los árboles que dejan caer sus hojas mostrando una calvicie total.
El sol, incrédulo de su menguado poder, va juntando soledades para deshelar.
Dan muchas ganas de estrenar un nuevo mes, una nueva luz, alguna nueva ilusión...
miércoles, 13 de julio de 2011
Foto: Carmen Riera de Dall'Aglio
EL JUEGO CIRCULAR
Si hoy el viento viniera
a vaciarme la frente
le diría que aún recuerdo
aquel fragor inicial.
Estábamos presentes en el
estallido formador de universos,
en su matriz, expuestos.
Protagonistas del pulso primero.
Integrando la evolución,
partícipes del portento.
Resabios en la voz del viento
trae cada día en remolinos
de absurdos y esplendores,
la intención de la vida
que surge para gritar: yo quiero.
Ella es un presente eterno.
Se canta a sí misma y se celebra
aún en lo que muere, para volver
a ser.Trasmutada su forma
pero no su esencia.
De aquel material primero somos
ardiente y encendido, fecundo,
constante y singular...
Cuando el viento final
deje vacía mi frente
otra chispa saltará de ese
fuego inicial
sobre mi pensamiento ausente.
Y un Dios que no conozco
jugará incansable
el juego circular...
Si hoy el viento viniera
a vaciarme la frente
le diría que aún recuerdo
aquel fragor inicial.
Estábamos presentes en el
estallido formador de universos,
en su matriz, expuestos.
Protagonistas del pulso primero.
Integrando la evolución,
partícipes del portento.
Resabios en la voz del viento
trae cada día en remolinos
de absurdos y esplendores,
la intención de la vida
que surge para gritar: yo quiero.
Ella es un presente eterno.
Se canta a sí misma y se celebra
aún en lo que muere, para volver
a ser.Trasmutada su forma
pero no su esencia.
De aquel material primero somos
ardiente y encendido, fecundo,
constante y singular...
Cuando el viento final
deje vacía mi frente
otra chispa saltará de ese
fuego inicial
sobre mi pensamiento ausente.
Y un Dios que no conozco
jugará incansable
el juego circular...
A contraluz
Foto: Carmen Riera de Dall'Aglio
A CONTRALUZ
Desde la memoria miro a vida,
a contraluz.
Aquellas voces residentes
de una zona oscura,
tamizadas por el tiempo lograron
la suave piedad de los silencios.
Puedo tomar el pasado
entre mis manos
y observarlo en su reverso.
Un negativo donde lo inverso
se descubre para entender
que la vida puede ser eso.
De las sombras que fueron
se desprende una fatiga dócil
suave luz domesticada
que le pide a mi presente
una nueva mirada.
Obedezco
para reconciliarme
con mis antiguos habitantes...
Necesito la absolución de mis recuerdos.
Oficio mi propia ceremonia
y alzando la vida -como un cáliz-
comulgo lo que fue, y lo que es
a contraluz.
A CONTRALUZ
Desde la memoria miro a vida,
a contraluz.
Aquellas voces residentes
de una zona oscura,
tamizadas por el tiempo lograron
la suave piedad de los silencios.
Puedo tomar el pasado
entre mis manos
y observarlo en su reverso.
Un negativo donde lo inverso
se descubre para entender
que la vida puede ser eso.
De las sombras que fueron
se desprende una fatiga dócil
suave luz domesticada
que le pide a mi presente
una nueva mirada.
Obedezco
para reconciliarme
con mis antiguos habitantes...
Necesito la absolución de mis recuerdos.
Oficio mi propia ceremonia
y alzando la vida -como un cáliz-
comulgo lo que fue, y lo que es
a contraluz.
lunes, 11 de julio de 2011
EN EL CENTRO DE TU SOLEDAD
EN EL CENTRO DE TU SOLEDAD
En el centro de tu soledad
me muevo
sin que te des cuenta.
Como la sombra,
que no pesa.
Como el latido amarillo
del otoño...Danzante
sigilosa y pálida
con leve paso de olvido.
No sabes cuando duermes
que esta noche de mayo
no sale de su eje
porque yo la sostengo
sobre tus pensamientos.
Ni sabes cuando sueñas
que yo he soñado antes
para que tu recuerdes.
En el centro de tu soledad
amanezco.
Seguramente faltan otras vidas
para que al fin lo percibas
y sepas que no eran
los rayos del sol
dándote luz y calor,
sino mi callada presencia
moviéndose en el centro
de tus días...
miryamseia@cablenet.com.ar
domingo, 10 de julio de 2011
Aguas adentro
Foto: Carmen R. de Dall'Aglio
AGUAS ADENTRO
Cae el sol en el mar
y deja una cicatriz de luz
en el anverso del agua.
En un momento así
es inevitable asumir los sueños
y su orfandad.
Un pescador solitario intenta
arrebatar al agua
su esquiva presencia.
Es una confesión a media voz
su desolado empeño.
La piel del agua, estremecida
avanza y retrocede. Murmura.
Respira, lo escucha, lo envuelve
en la calma que emana.
Atardece.
Cae el sol en el mar
y deja una cicatriz de luz
en el anverso del agua.
En un momento así
es inevitable asumir los sueños
y su orfandad.
Un pescador solitario intenta
arrebatar al agua
su esquiva presencia.
Es una confesión a media voz
su desolado empeño.
La piel del agua, estremecida
avanza y retrocede. Murmura.
Respira, lo escucha, lo envuelve
en la calma que emana.
Atardece.
Ahora el espejismo del horizonte
es la frontera entre
esta grandeza incontenible
y la vulnerable presencia
del hombre en el imaginario
de encuentros y de esperas.
La tarde se consuma frente al mar
y si el misterio desciende
un instante,
probablemente no sea
para quedarse.
Sólo abriga ese instante
la orfandad de nuestros sueños
que navegan por la sangre
aguas adentro.
es la frontera entre
esta grandeza incontenible
y la vulnerable presencia
del hombre en el imaginario
de encuentros y de esperas.
La tarde se consuma frente al mar
y si el misterio desciende
un instante,
probablemente no sea
para quedarse.
Sólo abriga ese instante
la orfandad de nuestros sueños
que navegan por la sangre
aguas adentro.
Acciones del ángelus
Foto: Carmen Riera de Dall'Aglio
ACCIONES DEL ANGELUS
El sol declina, sus rayos
perforan en oblicuo nubes espesas
y tocan la tierra.
Presagios de ángel refleja
el azogue del aire, trae
señales a esta parte del suelo.
Esa luz cruzada palpa
los rasgos del atardecer,
suaviza las calles su hálito
y el campo se vuelve a sí mismo
verde y concentrado...
su piedad me alcanza.
Danza el Ángelus
en el paisaje secreto del alma,
urde lento despliegue de signos
que insumisa, puedo no advertir.
Llega como epílogo del día
reiterando su perdón de luz.
El sol declina, sus rayos
perforan en oblicuo nubes espesas
y tocan la tierra.
Presagios de ángel refleja
el azogue del aire, trae
señales a esta parte del suelo.
Esa luz cruzada palpa
los rasgos del atardecer,
suaviza las calles su hálito
y el campo se vuelve a sí mismo
verde y concentrado...
su piedad me alcanza.
Danza el Ángelus
en el paisaje secreto del alma,
urde lento despliegue de signos
que insumisa, puedo no advertir.
Llega como epílogo del día
reiterando su perdón de luz.
domingo, 3 de julio de 2011
PLEGARIA
"Cuando de la inmensidad sacaste el tiempo
apoyando tu pie en la ribera contraria,
oíste mi llanto lejano.
Desde siempre sabes porqué estoy llorando".
Carol Vojtyla
¿Dónde estarás ahora, Señor del Universo?
¿Llevando luces donde las sombras persisten
en la zona del dolor de las preguntas?
Y yo buscándote.
¿Estarás aumentando el caudal de los torrentes,
seduciendo con multiplicidad de especies
esta Tierra que resiste por Tu aliento?
¿Confirmando el otoño que sucede
cuando el alma declina sus creencias
y los rojos y ocres se entremezclan?
¿O alterando el curso de una luna
para que coincida en la intención
germinal de las cosechas?
Y yo buscándote
Si bien el día debe durar hasta la noche
y todo está dispuesto, siento emerger
los relieves de mi tiempo.
Me urge hallarte y que me oigas,
ya atravesé el Sinaí. Voy a tu encuentro
desnuda como las piedras,
con su frío y su peso. Como ellas.
Si tu morada está en los pulsos de la vida,
cuando llegue y esté parada en el umbral
de mis silencios, te pido:
no vuelvas a dejarme sola
con el desamparo de mi piel.
Estoy buscándote.
http://www.presenciadeluz.blogspot.com
miryamseia@cablenet.com.ar
"Cuando de la inmensidad sacaste el tiempo
apoyando tu pie en la ribera contraria,
oíste mi llanto lejano.
Desde siempre sabes porqué estoy llorando".
Carol Vojtyla
¿Dónde estarás ahora, Señor del Universo?
¿Llevando luces donde las sombras persisten
en la zona del dolor de las preguntas?
Y yo buscándote.
¿Estarás aumentando el caudal de los torrentes,
seduciendo con multiplicidad de especies
esta Tierra que resiste por Tu aliento?
¿Confirmando el otoño que sucede
cuando el alma declina sus creencias
y los rojos y ocres se entremezclan?
¿O alterando el curso de una luna
para que coincida en la intención
germinal de las cosechas?
Y yo buscándote
Si bien el día debe durar hasta la noche
y todo está dispuesto, siento emerger
los relieves de mi tiempo.
Me urge hallarte y que me oigas,
ya atravesé el Sinaí. Voy a tu encuentro
desnuda como las piedras,
con su frío y su peso. Como ellas.
Si tu morada está en los pulsos de la vida,
cuando llegue y esté parada en el umbral
de mis silencios, te pido:
no vuelvas a dejarme sola
con el desamparo de mi piel.
Estoy buscándote.
http://www.presenciadeluz.blogspot.com
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