Si me preguntan qué es para mí el escribir, justamente diría : un alumbramiento. Porque sabe a luz. Porque sabe a parto. Porque es vida.Y uno tiende a creer que es una manera de no morir del todo, un intento de quedarse en lugares amados y en seres queridos. Y en los amigos que vayan llegando... los espero. Miryam
viernes, 30 de diciembre de 2011
Comparto contigo...
lunes, 12 de diciembre de 2011
Por si quieres entrar en mi sencilla casa...
Tiempo de Navidad
domingo, 27 de noviembre de 2011
La lluvia
La lluvia
Un día agobiante, gris, anodino, de esos en que uno quisiera diluirse, desaparecer, fue elegido por la llovizna para hacerse presente en el pueblo. ¿A qué asomarse siquiera?... Lo extraño es que la decisión pareció unánime en la voluntad de cada uno de los habitantes de la aldea. Como un raro conjuro. Cada uno sintió más apego a su casa, a su almohada, a las habitaciones cerradas. Ni un rostro asomó para ver la mañana mojada y sucia como un cachorro.
Mientras, la llovizna crecía.
Pero Paula tenía una cita y toda la inquietud y deseos que parecían ausentes en los demás, se centraron en ella. No. Nada iba a desanimarla… Eligió la pollera azul y la camisa clara que a él le gustaban, peinó su largo pelo que cubrió con una chalina roja y decidió que igual iría al encuentro de su amor, allá, en la cabaña del montecito alto.
La lluvia fue una cascada rotunda sobre los techos.
Resonó como aquellos sonidos imprecisos que nos asustan en la infancia cuando, sorprendidos en la confiada entrega del sueño, nos vemos desprotegidos frente a un asalto por sorpresa. Son las manos de la lluvia que tiran pedradas en las ventanas y a nuestro miedo… Los pies de la lluvia que chapotean descalzos en el barro como niños alegres… Los ojos de la lluvia chorreando lagrimones enormes en los charcos y que al caer, forman globos un momento para luego estallar.
Paula y la lluvia mirándose a la cara. Midiendo sus fuerzas…
Germán despertó en la habitación humilde. Sus sentidos aún adormecidos por el sonido primigenio del agua, no le permitieron recordar al instante qué día tan especial sería hoy. Luego fue tomando conciencia de todo, miró a su alrededor y le dolió lo precario de su vida y su situación. Hubiera querido conquistar el mundo para ella; por eso se iría de allí a buscar la suerte que acá no tenía. No había trabajo suficiente en el pueblo para hombres como él: joven, fuerte, emprendedor. Pero volvería a buscarla. Porque Paula era el sol, y él iba a amarla ese día de lluvia.
El agua cantaba en las calles mientras el viento la despeinaba.
En esa hora lechosa de la mañana, el conjuro seguía cumpliéndose. Nadie acudió a sus tareas. El pueblo dormía.
Una capa oscura y brillosa dobló la esquina; no, no es fantasma ni fantoche, es mujer. Corre por momentos, su chalina roja se agita. También a ella el viento quiere despeinarla…La lluvia le da en la cara todas las cachetadas que le daría su madre si supiera dónde va. Pero ella sigue, ciega y feliz. El agua la acompaña, la envuelve, la traba, le nubla los ojos; es dulce y amarga a la vez.
Paula y la lluvia corren juntas. La lluvia –al fin– es mujer.
Noventa y seis horas llovió sobre la aldea. Hubo una represa que dejó de serlo, puentes que se quebraron, caminos que desaparecían bajo el paso del agua. Agua bendita y deseada a veces. Agua maldita y temida hoy. Su prepotencia arrasó todo intento de contención cuando el pueblo quiso –o pudo- reaccionar.
Fue una triste noticia más en los diarios capitalinos que rezaban:”Noventa y seis horas llovió sobre el pueblo norteño dejando un saldo de dos muertos y cuatrocientos cincuenta y ocho personas evacuadas. No se tiene certeza, pero se cree que puede haber incomunicados en cabañas de los montes más altos, a los aún no se ha podido hacer llegar las cuadrillas de rescate. La búsqueda continúa. Se solicita la colaboración de todos aquellos que puedan acercar su ayuda para paliar la penosa situación…”
Paula y Germán atizan el fuego, los últimos leños que aún pueden arder, se consumen espejando sus llamas en sus ojos tibios.
La lluvia quiere su parte. Lame suavemente la cabaña.
Porque intuye el amor tras esas paredes, llama a su puerta con golpes cada vez más débiles y llora muy quedo. No quiso ser violenta y a pesar suyo, llegó como un castigo. No fue amada ni trajo alegría, la tierra ya no quiere recibirla.
– ¿Oíste? Parece un llamado, nos van a rescatar, dice Paula.
– Aún es la lluvia , mi amor. Mañana… será mañana.
La lluvia muere.
Se ahoga en su propio llanto desolado.
martes, 22 de noviembre de 2011
viernes, 18 de noviembre de 2011
Nómbrame
Nómbrame
martes, 15 de noviembre de 2011
domingo, 13 de noviembre de 2011
domingo, 30 de octubre de 2011
Crepúsculo de domingo
lunes, 24 de octubre de 2011
Incertidumbre
miércoles, 12 de octubre de 2011
miércoles, 28 de septiembre de 2011
La otra cara de las cosas
nos resguardamos mi ángel y yo; y algunas gotas escapadas de la lluvia.
Las calles se mueren de esperas porque llueve.
bajo un paraguas de colores, oyéndole decir a cada paso:
que el todo o la nada son dos medidas tuyas
que pueden valorarse de otro modo"...
Y celebro abril.
Y celebro este pueblo cuando llueve,
y puedo caminar con un ángel al costado
que con dulzura me muestre
la otra cara posible de las cosas...
jueves, 22 de septiembre de 2011
Filo
Sufre la piel del aire los domingos
hacia el crepúsculo
cuando el filo de la oscuridad
desgarra el cielo.
En ese momento alguien precipita sombras
como ecos multiplicados.
Un entramado de almas fugan
del filo de la oscuridad,
de su corte que amenaza
y no termina de matar...
Nos guarda para siete días más,
cuando otro domingo sucede,
pasa, desciende.
Y el dolor –esa abstracción–
es un latido que permanece.
Territorio del alma
"Aunque camines el alma en todas direcciones
no encontrarás sus límites..."
Un día podré llevar a Tu Presencia
mis sentimientos
desguarnecidos,
sin prevención, ni corazas
ni armaduras...
Y Tu me expicarás
el sentido que ahora no comprendo.
Imagino el encuentro con lenguaje fluido
con la paz infinita de ver que todo encaja
en el lugar preciso asignado a mi destino.
De mañana clara iré vestida
con esta sonrisa tardía...
Llevaré en mis manos el planeta
con sus antiguas heridas
para que lo bendigas.
Y cuando me mires
haré un atado con todos mis rencores,
los hundiré en el cofre más profundo.
Te confiaré las llaves.
...............................................................
Y andaré por mi alma en todas direcciones.
Habrá luz.
Habrá paz.
Y una inmensa alegría.
jueves, 15 de septiembre de 2011
"Tú cada día multiplicas mi impotencia
al someter tu infinitud a mi débil pensamiento".
Carol Vojtyla
Descendido silencio
sobre el margen extremo
de la noche,
hunde como Tomás
–descreído,converso–
tus dudas en mi herida.
No hay más que esto;
un cuerpo salido de contexto
y mendicante eterno
que te pide:
sosténme de pie, no dejes
que yo te quiebre, silencio.
sábado, 10 de septiembre de 2011
Fusión
Venía de vivir,
transitar espacios
en la malla insólita del tiempo,
cuando llegó la tarde
a paso lento
sellada en oro
confundida de luz y reverberos.
No es preciso más que todo lo que siento
para entrar en el reino de la noche,
desarmada,
sospechada de ser sólo una barca
un diseño del agua,
el aliento de esta hora
o el corazón encendidode aquella farola.
Este momento es un pretexto
para decir que fui.
Y ya no quiero.
Soy la tarde
sellada en oro
confundida de luz y reverberos...
viernes, 9 de septiembre de 2011
La luna cierta me mira desde el cielo.
Me pregunto
si este insomnio cuenta con su aprobación.
Ella es dueña de andar por el paisaje
de esta calle y de este pueblo; y más,
de pisar la tierra o hundirse en el mar.
Y aquí, sin sueño
en un amanecer de enebro y sal
la veo pasar
de mi desvelo, a otro cielo.
Ella es dueña de andar...
Y yo, dueña de pensar.
En la madura oscuridad de esta noche,
cuando las palabras se tornan esquivas
convoco los recuerdos.
Y ellos arman dentro de mi silencio
un poema inédito
con aquellas emociones que no pueden contarse
por íntimas y totales.
Sólo les presto mi memoria,
en esa pantalla reflejan
la llama titubeante
que no quiere apagarse...
Ellos –el poema, los recuerdos–
son camino y paloma
partida, regreso y vuelo.
Yo, –espectadora insomne–
soy apenas un fruto del azar
en la madura oscuridad de esta noche.
El duraznero
Dulcemente asombrado el paso se detiene
ante el milagro prematuro de tus flores erradas,
un calor equivocado despertó tu savia
y te diste así, en frescura rosada
resbalando tus ramas...
Floreciste en agosto sin saber que falta
todavía un momento de absurdo calendario
para ser poesía natural. Y cantas
como yo, a destiempo, tu nota liberada.
¿Sabes?, nos aguarda el precio.
En la fe de erratas seremos mañana
el perdido acento de aquella palabra
que se dijo antes, cuando aún dormían
fibras,
sangre,
raíz,
y alma.
Aún no lo sabes.
Por eso te asomas sobre el cerco.
Y cantas...
sábado, 3 de septiembre de 2011
En un amanecer...
Suele ocurrir en los amaneceres, especialmente si la noche estuvo empapada de insomnio. Y en este amanecer a que me refiero he visto a la soledad subir por los tejados; por momentos con aspecto de ángel, otros con rostro de mujer.
Desde allí miraba las calles que el sol comenzaba a tornar de color limón; suave, amarillo, perfumado.
Acechaba el horizonte con la íntima esperanza de ver llegar por el naciente, al Caminante que añoraba su corazón.
Las horas crecían como niñas urgentes, cada una traía un fruto maduro para el hambre de su corazón. La soledad seguía sola...
Mientras el humano reloj marcaba veinte pasos hacia el abierto costado del ocaso -veinte horas dolidas-...La luz libraba una batalla en la que perdía gajos de cielo ganado por nubes de plomizo marrón.
Tuvo que ceder. Sus fuerzas no pudieron sostener por más tiempo el sol.
.......................................................................................................................
La soledad se miró en el espejo de la luna que se iba.
Siguió por los tejados espiando la luz de algunas ventanas que inquietaron su corazón.
Fue noche en la noche.
El laurel del jardín la vio, descender con las alas partidas en dos.
Cualquier parecido con la realidad... es pura ilusión.
viernes, 2 de septiembre de 2011
Las palabras me salvan...son mi "hilo de Ariadna"
EL HILO TENAZ
En la odisea de permanecer soy la eterna
retornante que vuelve siempre por tu cauce
a cosechar el núcleo de la tarde.
La molienda de signos que rotura el alma
son mi grano y mi pan en esta
ciudadela que habito
con Minotauro y espanto.
Las elijo para explorar la desnudez
de metáforas... y han fluido
–río de aguas subterráneas– bajo
toda mi vida, uniendo espacios y emociones.
Por su continente, peregrina y fugaz,
voy a caminarlas descalza y sin galas,
temblorosa y conciente de llevar a la espalda
un vacío de médanos si ellas no me abarcan
Sus arenas imposibles sobornan
relojes detenidos
para darme un íntimo interludio sin registro.
Mientras siguen su curso, yo, casi innecesaria
avanzo hacia el final del alba
salvada por el hilo tenaz de las palabras.
jueves, 1 de septiembre de 2011
Palabras-pájaros...
...adentrarse en la noche de las venas
su inquietud; el batir de alas sofocado
que buscan ascender y liberarse.
Me sube la calidez de su plumaje por la sangre
Los hay blancos y oscuros, de ojos húmedos y suaves.
Imposible no inventarles
un cielo donde cumplan su lenguaje.
Volar. Verlos volar fuera de mí, definitivamente
ellos.
Sin nada más que sus ansias de asombro
cubriendo mi paisaje. Si me dejan
quedo huérfana y vacía. Si se van
la vida se cumple en ellos y en la mía.
De regreso a la noche de mis venas
descubro que aún, estremecida
me sacude un ramalazo de ternura.
Pequeñas vibraciones, pero ciertas,
me aseguran que el ciclo recomienza
todavía.
EN EL MES NOVENO
Cuando sucedan los jazmines
en el mes noveno
por su puerta de aromas
entraré con mis hielos.
Septiembre
deshelará los miedos
quebrando cristales
en el día certero
que lloverán jazmines...
...en los muros
y sobre mi nombre nuevo.
miryamseia@cablenet.com.ar
sábado, 27 de agosto de 2011
Como un pájaro perdido...
viernes, 26 de agosto de 2011
El relámpago y su fusta golpeanla noche mientras la ansiedadse come las horas. Y crece.Escondida, hago míos los silencios.Los desvisto porque sé que debajode ellos está el grito.Estas vocesque galopan la nochey parecían monstruos laberínticos,son cachorros desvalidoscuando decido oírlos.Supuse que traían respuestaspero vienen a respirar en mi vigiliay se llevan mi sueño de manadas azulescomo animales liberadoscontra la utopía sin final del horizonte.
lunes, 22 de agosto de 2011
AGUAS ADENTROCae el sol en el mary deja una cicatriz de luzen el anverso del agua.En un momento asíes inevitable asumir los sueñosy su orfandad.Un pescador solitario intentaarrebatar al aguasu esquiva presencia.Es una confesión a media vozsu desolado empeño.La piel del agua, estremecidaavanza y retrocede. Murmura.Respira, lo escucha, lo envuelveen la calma que emana.Atardece.Ahora el espejismo del horizontees la frontera entreesta grandeza incontenibley la vulnerable presenciadel hombre en el imaginariode encuentros y de esperas.La tarde se consuma frenta al mary si el misterio desciendeun instante,probablemente no seapara quedarse.Sólo abriga ese instantela orfandad de nuestros sueñosque navegan por la sangreaguas adentro.
martes, 16 de agosto de 2011
Poemas con luna...
miércoles, 10 de agosto de 2011
El desafío de la tarde impone
sobre mi frente una consigna:
descubrir el nudo del tiempo
y desatarlo, cambiando
el destino irreversible
de envejecer.
Luego de mucho andar
ya en el ocaso de la vida,
el corazón de la noche
abre su profundo cofre
para darme la respuesta:
"Hace falta caminar la distancia
—del origen al final—
dándole alcance a las quimeras
porque una piel con recuerdos
anula el tiempo...
Llegar a ser un camino andado
que ha servido a otros
para llegar a algún lado.
Vivir con vehemencia,
porque lo fugaz, si intenso
redime el viaje
y al viajero"
.... Y ya no importa el tiempo.
Acerca del Tiempo Alfarero
No sé de dónde surgió la creencia de que, al ver caer una estrella, se le piden tres deseos y éstos se verán realizados.
Solemos poner la magia en algo fuera de nosotros y creerlo poderoso.
Pero más que en ese estallido de materia y luz, yo creo en la acción de ese artesano maravilloso que es el tiempo y que va formando con sus manos esta arcilla que somos.
Lentamente, perdiendo a veces parte de materia original para ganar formas y profundidad hasta adquirir la capacidad de contener hasta ser la obra terminada.
Y como en este viaje hacia una estación definitiva, todo va transcurriendo —con nuestro consentimiento o sin él—, mejor entonces atesorar encuentros y aceptar despedidas con la sabia naturalidad con que se suman los días.
Por eso he optado por no pedir tres deseos a una estrella fugaz, sino a ese artesano increíble: el Tiempo Alfarero. Y son éstos: que siga obrando en mí de modo que yo alcance la capacidad de comprender; segundo, que llegue a ser un cuenco profundo para llevarlo colmado adonde vaya; y tercero, que mis poemas lleguen al corazón de quien los lea.
Y allí se queden.
viernes, 5 de agosto de 2011
Ir al sueño
Ir al sueño cada noche no es
sólo el reposo. Es ir al encuentro
de una consentida omisión de la luz
para entreverse uno con rostros diversos.
Ir al sueño es corregir
las muertes que la vida nos da.
Hundirse en aguas inseguras
para volver en los relieves del sol.
Sin concesiones.
Una parte mía elige pactar.
Le creo al río onírico y a la
luz principiante. Acepto
esta alianza de ojos abiertos.
Si me miente el día
la noche regresa.
Y el tema infinito recomienza...
Jugamos a morir. Y a despertar
Érase una vez una niña que
intentó la luz en universos paralelos
buscando soles que regalan
pinceladas de sol al mediodía.
Pesando los sonidos de la tarde
supo la lumbre de un trino...
Época de flor y anuncio de frutos
en ramas desaparecidas bajo un tumulto
de flores de aromo, amarillas.
La luz les caía encima, líquida
madurando dulces vainas encendidas.
Érase una vez...
cuando todo era lejano todavía.
La luz se presentó desde una congoja muda.
Se desplomó el tiempo, casi a traición.
Cuando la razón fue capaz de entender
las heridas habían hallado su lugar.
Ahora el tiempo es un Amante de sonrisa
quebrada. A veces, fingimos creernos.
Pero aquella niña que jugó su juego
sabe que no siempre se alumbran
las esquinas de los sueños...
Y que el peso de la lluvia se parece
al sosiego
de un gigante bueno.
miryamseia@cablenet.com.ar
jueves, 4 de agosto de 2011
Cacería
El olor profundo del fuego
habla de hojas y ramas
que contemplan el resplandor de su alma.
En los troncos, un tatuaje de cicatrices indelebles,
la brisa palpando
la textura seca de sus heridas.
El olor profundo del fuego cerraba mi garganta
mientras el aire se tupía de aromas de raíces chamuscadas.
Mi alma vegetal, como los árboles allí inmóvil, parecía presa
y sin embargo estaba libre, suelta.
Esa noche, en un lugar abierto
alguien hizo una fogata.
La luna cazadora nos había encontrado,
al dueño del fuego y a mí
testigo insomne...
Su ojo blanco, sin pupila,
desnudo en la mitad del cielo
nos miraba.
Acaso nos veía como éramos.
Me hundía entre hojas muertas
como se hunde una fiera cazada
en una trampa blanda de la que
jamás escaparía.
El ojo de la luna, traidor,
omnipresente
se me clavó en la espalda.
martes, 2 de agosto de 2011
Agosto orfebre
Agosto orfebre
El rumor de pasos se pierde
con un clima de ceniza
que se come la luz.
Pasa su rastrillo el viento.
El frío es inexorable
y agosto, orfebre,
modeló la maleza
congelada en tallos de cristal.
Los nidos, antes ocultos
en la canción del follaje
son ahora evidentes, colgando
como ojos ciegos
en la indigentes ramas.
Mejor será no escribir más.
Temo
que las primeras gotas de agua-nieve
congele mis poemas
como cuerpos inermes...
Este agosto olvida el oro,
hoy modela el hielo
y mis palabras.
miryamseia@cablenet.com.ar
sábado, 30 de julio de 2011
Van a crecerme alas
Van a crecerme alas. Lo sé.
Las siento nacer dentro de mí.
Un suave escozor prepara ya en mi piel
el impulso del vuelo.
¡Ventura del espacio entero!...
no será necesario ir lejos
bastará que tus ojos un día
me inauguren el cielo.
BREVES VUELOS...
Mi mano pasa sobre la herida blanca del papel,
la acaricia y escucha: -te doy mi silencio, haz tú de él
tu barca, tu puerto, tu grito, tu viaje y tu regreso...
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Puse a dormir mis sueños... Y olvidaron despertar.
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Se puede vivir un día a plena noche y una noche
a pleno sol.
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Hay un gesto en la tarde, en su forma de irse
que me recuerda tu andar cuando también te vas...
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Al atardecer, el día se muere de luz. El poniente lo recibe
para devolverlo con un nombre nuevo: mañana.
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Cuando amé, le dije al Amor mi frase mejor:
cambiaste la estructura de mi forma oscura...
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Cuando me miras, dibujas mi perfil. De tal manera
que siento la impresión de no ser, todavía
mujer entera.
Se abrió paso la vida
Se abrió paso la vida
Desde un patio gritón de malvones
atravesado por soles inocentes
hasta formar esta trama de ocasos
que conjugan el presente,
se abrió paso la vida.
Aquí, donde las huellas pesan
y a menudo los dioses no llegan
a recordarnos
por estar tan lejos!
Mi infancia exime de culpas
las mariposas muertas que aún
alcanzan a rozarme con total pureza.
Con ellas...dejarme ir con ellas
por la eventual libertad de las poemas
que completan el ritual de mi mandala.
Mientras el capullo del verso brotaba
se abrió paso la vida...
y mudó el orden de lo ileso.
Ella nos trae consigo
-como un sol que amanece-, luego
vemos su luz
bajando sobre las paredes.
Implacable.
(Me niego a caer en la Sombra profunda.
Voy a salvarme. Allanaré la oscuridad
con la piadosa luz que encuentro
en la constante residencia del verso).
miryamseia@cablenet.com.ar
Pequeña niña-espejo
Te recuerdo y te pido que no sientas nostalgias, no estás sola,
sigue presente tu tristeza de niña solitaria, creo que estaba antes de
ti... y te adopté. Compartíamos las puestas de sol y comparábamos
los colores del ocaso como un aguamarina donde sumergir las
pupilas de la tarde.
Esa tristeza tuya inevitable también era sosegada y protectora...Tu
refugio donde esconder la fragilidad, las mensuras inexplicables...
Me acompaña todavía como una segunda piel que ampara el bosque
de mis venas. ¡Ah,... quisiera empezar a desprenderla... por los bordes,
estirarla, plegarla con cuidado infinito... ponerla sobre mi corazón
como pergamino sagrado en donde escribir mis verdades.
Si la aparto, si lo lograra, sabríamos las dos
cuál puede respirar primero.
Cuál es imagen...
Cuál espejo.
miryamseia@cablenet.com.ar
jueves, 28 de julio de 2011
Cuando callo
Cuando callo
Hay momentos en que
mi boca se cierra, castigada
por silencios.
Es cuando en mis ojos duelen
las palabras. Callo
pero grito en la mirada
Tú —mejor que nadie—
lo comprendes. Y mudas
con ternura indescifrable
el orden alterado
de la pena que socava.
Me devuelves el habla,
Le das serenidad
a mi mirada.
Y fluyo como un río de montaña
con las aguas desheladas...
AZUL
Duele la noche de tan hermosa.
El habitual reloj marca una hora
que no creo.
No pueden ser las veinte, en junio
con un cielo así de claro.
Como un líquido frío
que rompe las compuertas
para volcar en mi patio
la noche entera
distintamente azul.
El milagro está allí
para verlo, sentirlo,
incorporarlo...
Solemos no darnos cuenta
y negarnos los milagros.
Hoy ocurre.
De noche,
y es azul...
Sigilo
Voy a atrapar el silencio
de esta noche sin ecos. Solamente
míos los umbrales de humo.
El frescor de las sombras sin dueño
me invita; su sabor ignorado
calma toda la sed. Suavemente
la gusto en su cáliz de ojiva.
Nada turba el andar demorado
de vigilia en sigilo.
Armo un lazo y lo tiendo. Dueña
ya de las calles desiertas, del viejo
campanario que duerme cansado.
Nada existe despierto.
Dueña soy del silencio;
si algo resiste,
le miento.
El agua - de mi libro Tiempo Alfarero
El agua...
Llueve casi con timidez.
Cierro la puerta a otros ruidos
para oír sólo el sonido del agua.
La canción de cuna más antigua
que adormeció la tierra,
el eterno tema
que lava el alma hasta dejarla
despojada.
Me arraigo a este paisaje
como un árbol sediento
y permito que ella camine
por mis sentimientos
en todas direcciones.
Y consiento
que intente hallar los límites.
Yo
no los encuentro.
miércoles, 27 de julio de 2011
Foto: Carmen Riera de Dall'Aglio
Es una pequeña vida el crepúsculo.
Atemporal la luz,
va desgajándose
sobre el banco que espera.
Hace de la ausencia
un fugaz personaje de quimera.
Y nosotros aquí;
dos antiguos centinelas
desde un tiempo que no cuenta...
Custodios de la historia, aireando
imágenes de este pueblo que crece,
se extiende, se remonta.
Estamos aquí, guardamos
esta calle que comienza.
Verde-gris las hojas y un lenguaje
de aromas y susurros. Raíces
amándose bajo la tierra.
Memoria vegetal somos.
Madera de recuerdos.
Custodios del paso de la vida
y a pesar de ella,
resistiendo.
viernes, 22 de julio de 2011
Sinfonía metálica
con Victoria-Entre Ríos
Foto: Carmen Riera de Dall'Aglio
Sinfonía metálica
Huesos de hierro punzan
hiriendo, la conjetura celeste
.
Sólido y fabuloso,
casi animal mitológico el puente.
Alegoría concreta de los hombresque sostiene el pasar
y lo fugaz de los sueños.
Sinfonía metálica tendida
sobre el agua,
estructura de brazos abiertos
que acerca realidades en suspenso.
Huesos de hierro que respiran
el aliento incesante de los días
con austero porte. Erguido,
de cara al tiempo,
ausente de sentidos
para lograr sobrevivirlo.
Testigo impávido de toda travesía,
epidermis resistente y fría...
Oblicuo espinazo del abismo.
miryamseia@cablenet.com.ar